La directora catalana nos cuenta en una masterclass los obstáculos y las alegrías de la creación de su primer corto
Conocer los detalles de lo que no se ve en la producción de una película suele ser de las cosas que más intrigan a los cinéfilos y a aquellos que no perdonan las versiones extendidas y los comentarios del director.
Por suerte, dentro del programa de Cine Digital de SAE Barcelona de vez en cuando contamos con ese privilegio en primera persona, dentro de nuestras Online Masterclasses. En este caso, se trataba de ‘Vera’ el film dirigido por la directora y productora Laura Rubirola, que ha sido nominado en el festival de Tribeca de Nueva York.
En su Masterclass, Laura compartió con nosotros los detalles de un proyecto que lejos de haber sido una producción sencilla pese a tratarse de un corto, le ha dado grandes alegrías. La primera de todas fue poder contar con Paulina García, actriz chilena para la que la directora confesó haber escrito el papel y por la que tuvo que adecuar incluso fechas de rodaje. La segunda, poder rodar en una ubicación icónica como es el Palau de la Música de Barcelona.
“Cuadrar fechas entre localizaciones como el Palau de la Música y la disponibilidad de los actores fue un reto, especialmente rodando de noche, cuando el Palau tiene mayor actividad y sus conciertos se agendan con meses de antelación. Tuve claro que tenía que ser allí ya que lo que hace lucir el nivel de producción son las localizaciones y recrear de nuevo aquello que ya está creado es muy caro y los cortos no disponen de amplios presupuestos. Por eso siempre pongo todo el esfuerzo en eso.»
También tuvieron que ajustar tiempo y aspiraciones en un budget pequeño que no permitía recrearse demasiado en sus decisiones y gestionar al equipo: “En dirección, hay que aprender a trabajar con la gente, sobretodo gente que no te conoce y definir qué sí quieres incluir en el film y que no. Grabamos 30 planos al día los primeros días, y 13 los siguientes. Por cuestión de tiempo había que optimizar.”
Otro reto importante fue conseguir reflejar detalles como por ejemplo el paso de tiempo a lo largo del corto: “¿Cómo hacer que los días parezcan distintos? Eran como 7, 8 o 9 días de ficción en 14 minutos. Yo le puse un vestuario diferente cada día, pero la bata era la misma siempre. Cuando rodábamos, decíamos ¿qué día de ficción es? Me obsesioné mucho con el vestuario y con el look, porque era clave para dar una sensación del paso del tiempo.”
Finalmente, comenta que una vez finalizado el film es normal tener miedo a no contar con material suficiente y que la clave para asegurarse es tener un muy buen “Script” y Montador. El proceso de montaje tampoco fue fácil, ya que en su caso el visionado fue sin música ya que esta se compuso a posteriori debido a que no querían que la música condicionara el tempo del film.
La masterclass finalizó con una sesión de Q&A entre la directora y los asistentes en la que compartió varias anécdotas del rodaje y el enlace en exclusiva para el visionado del film entre todos los asistentes.